domingo, 16 de diciembre de 2012

Tetica de Bacares-Velefique

Tras varias invitaciones por parte de Vicente a las que no pude acudir por diversos motivos, finalmente el pasado día 16 de Diciembre decidí sumarme a una salida en bici con el Club endurero "Bicis de Cerro".





Lo cierto es que la ocasión no pudo ser mejor, ya que se trataba de una ruta " I+D+I", como ellos suelen llamar a aquellas que se realizan por primera vez, por lo que todos iríamos un poco a la aventura. No obstante lo anterior, hay que decir que sería una aventura con reservas, ya que para evitar sorpresas ahí se encontraba Paco Catena y su GPS con todos los tracks de la ruta.

A lo anterior hay que sumar que en mi caso estaba de estreno no solo en la ruta, sino también estrenaba bicicleta y grupo de salida, por lo que me abordaban las dudas de si estaría a la altura de las circunstancias o me convertiría en un lastre para los demás.

En esta ocasión no fue así debido a que la ruta fue de lo mas asequible y agradable, y el grupo de compañeros de salida era de los más variopinto (en cuanto a la capacidad física y técnica) , así como muy solidario con aquellos que se iban quedando mas rezagados, realizando regularmente paradas técnicas que permitían contemplar el paisaje a la vez que reagruparnos. Para esta ocasión coincidimos Angel, Antonio, Cali, Carmen, Fernando Soto, Javi, Paco Catena, Vicente y un servidor, sumándose también en funciones logísticas Miguel (a quien cariñosamente se refieren como "Miguelón" ), mecánico de la tienda especializada en enduro Bici2o de Granada, quien asimismo es aficionado a la fotografía, por lo que mientras unos nos divertíamos disfrutando con nuestras monturas, el hacía lo propio con su equipo fotográfico aprovechando el maravilloso entorno en el que nos encontrábamos y las espectaculares vistas del horizonte.

Tal fue su concentración en esta labor, que cuando finalizamos la ruta y regresamos al lugar donde se encontraban los vehículos, hubo que organizar una partida de búsqueda para localizarle; el tiempo no había transcurrido para él. 
Bueno, ahora toca hablar un poco del destino elegido: Se trataba de realizar un descenso del que habían llegado buenas referencias a algunos miembros del grupo y en cuya preparación llevaban un tiempo trabajando Vicente y Paco Catena (si mi información no es errónea), concretamente una vereda de la "Sierra de los Filabres" (Almería) que desciende desde un punto denominado como "Fuente de lo Alto", muy próximo al "Alto de Velefique" de 1820 metros de altitud, para llegar a la localidad almeriense de Velefique, población de poco mas de 300 habitantes ubicada a 930 metros de altitud, a 48 kms de Almería y en las inmediaciones del desierto de Tabernas. La verdad es que la propuesta resultaba a priori muy atractiva. 

Tras diversos y simultáneos puntos de encuentro establecidos alrededor de las 08:00 de la mañana en diferentes localizaciones de los alrededores de nuestra ciudad (Granada), nos pusimos en marcha en cuatro vehículos con destino a Velefique. Recorridos unos pocos kilómetros, realizamos una parada técnica (obligatoria cuando la ruta se encuentra en dirección a la provincia de Almería) en una cafetería pastelería de la localidad de Alcudia de Guadix, que permitió la reagrupación de los cuatro vehículos así como tomar fuerzas con un suculento desayuno compuesto por los preceptivos cafés e infusiones, acompañados de churros, pastas y unas tostadas de pan casero de hogaza untadas de tomate y aceite de oliva, a la vez que cubiertas por un manto de apetitosas lonchas de jamón serrano, tostadas que estaban presentes en la mente de la mayoría de los componentes del grupo desde el mismo momento de iniciar el trayecto, y que sin duda tienen mucho que ver con el carácter obligatorio del que se ha dotado a esta parada en el camino. 




Trascurridas alrededor de dos horas de trayecto en coche llegamos hasta Velefique, y una vez que dejamos uno de los vehículos estacionados en este pueblo, subimos con el resto hasta el "Alto de Velefique" (puerto de 1ª categoría incluido en ocasiones en el trazado de la Vuelta Ciclista a España), donde tras estacionarlos, repasar nuestras bicicletas y comprobar que llevábamos todo el material necesario en nuestras mochilas, decidimos entrar en calor antes del descenso y subir pedaleando hasta la cumbre de la "Tetica de Bacáres", montaña próxima con forma piramidal que recibe este nombre por la similitud de su perfil con esta parte de la anatomía femenina.



Una vez en su cumbre pudimos disfrutar de unas vistas panorámicas excepcionales, ya que desde sus 2085 metros de altitud permitía divisar gran parte de la orografía de Andalucía Oriental, destacando entre otros Sierra Nevada, Sierra de Baza, Sierra de Cazorla, Sierra de María, y a sus pies el Desierto de Tabernas y el mismísimo mar Mediterráneo. Tras realizar las preceptivas fotografías de grupo en alternancia con alguna que otra broma, nos dispusimos a bajar en dirección al "Alto del Velefique", para lo cual haciendo justicia al carácter endurero del Club, tratamos de evitar el asfalto buscando alternativas entre los pinares , si bien la ausencia de veredas y la idea en todo momento presente de no deteriorar zonas vírgenes, hicieron que la bajada transcurriese entre tierra y asfalto, con una mayor presencia de este último.



Encontrándonos de nuevo en el "Alto de Velefique" nos despedimos de Miguel, quien en esta ocasión había sustituido temporalmente sus herramientas de mecánico por el equipo fotográfico, y nos dirigimos por un cortafuegos hasta el "Alto del Portillo", en cuyo vértice geodésico tomamos un tentenpié y realizamos una fotografías para dejar testimonio gráfico de que en este Club además de pedalear también se disfrutan otros placeres de la vida. En este punto quedó retratado Vicente en un contraluz que le asemejaba al mismísimo Cristo del Monte Corcovado, en versión andaluza.


Momentos después llegábamos a la "Fuente de lo Alto", lugar que da inicio a la bajada que nos había llevado hasta esos lares, y tras reagruparnos dimos comienzo a un descenso por una vereda, en su mayoría compuesta de grandes piedras dispuestas por la naturaleza de forma escalonada, de manera tal que en ocasiones hacía pensar que en esta disposición pudiera tener algo que ver la mano del hombre.
La vereda recorría en forma de zig-zag toda la ladera de la montaña orientaba hacia el sur, de manera que en su parte mas alta los cambios de dirección eran mas frecuentes que en los tramos mas próximos a la falda, si bien en todo caso estos cambios se constituían en curvas lo suficientemente cerradas como para obligarte a hacer continuos cambios de ritmo, pero a la vez con la amplitud suficiente para poder trazarlas sin necesidad de echar pie a tierra. 


De igual modo, los escalones de piedra tenían la suficiente altura para mantenerte pendiente en todo momento de la trazada, pero sin que existiesen puntos de peligro que te hiciesen pasar miedo, es decir no había trampas en el camino y el nivel de riesgo se lo imprimía cada cual en función de la velocidad con la que quería realizar la bajada, que por cierto apelando de nuevo a la nobleza del trazado, si tu máquina te acompaña os aseguro que se puede bajar muy rápido.





Todos coincidimos en resaltar las cualidades de la ruta en cuantas paradas realizamos para reagruparnos y comprobar que ninguno había sufrido incidentes, y asimismo, de forma unánime coincidimos en manifestar que nos había sabido a poco cuando inevitablemente ésta llegó a su fin, pese a que según manifestó Carmen había transcurrido una hora y media desde que salimos de "Fuente de lo Alto", hasta que entrábamos a Velefique, punto donde moría la vereda.  
La experiencia fue tan grata para todos que nos distorsionó la percepción del tiempo, yo al menos nunca tuve la sensación de que la bajada hubiese tenido esa duración, pese a que las paradas para reagruparnos y relajar antebrazos y piernas fueron numerosas, encontrándose estas siempre acompañadas de comentarios de elogio dirigidos al trazado. 



Sin duda una ruta completamente recomendable para aquellos que quieran probar los componentes y sistemas de suspensión de sus máquinas con vocación endurera, quedándonos en nuestro caso con ganas de repetirla incluso aquel mismo día de haber tenido alguna forma de remontar nuestras bicicletas hasta el punto de inicio, pero nos tuvimos que conformar con amenizar la experiencia con unas cuantas cervezas acompañadas de un surtido de tapas en el Restaurante "Alto de Velefique", sito en las instalaciones de la piscina municipal del pueblo, quienes al no tener prevista nuestra visita y nuestro buen "saque", se fueron quedando sin existencias en la cocina para atender nuestros pedidos, así que para sucesivas visitas (que las habrá), el dueño del establecimiento nos facilitó una tarjeta con el número de telefóno para realizar encargos, figurando entre sus especialidades el "Choto en Salsa", el "Arroz" y las "Migas". ¿A que apetece repetir la experiencia?.

No obstante lo anterior, en el regreso a Granada aún quedó espacio y tiempo para realizar la parada técnica de carácter obligatorio en la cafetería de Alcudia de Guadix, aunque en este caso el reclamo no lo fueron las tostadas de hogaza de pan casero con jamón, sino un surtido de pasteles que no se lo puede saltar un deportista con los índices glucémicos peligrosamente bajos debido al esfuerzo.



Tras reponer niveles, regresamos prestos y felices a nuestros respectivos domicilios, no recordando en este momento la hora exacta de llegada, aunque si puedo recordar que el sol ya se había puesto hacía un buen rato. Hasta la próxima, que seguro que habrá más y se intentará que sea mejor.

Ruta contentada por Antonio Vilchez


Tetica de Bacares-Velefique


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domingo, 2 de diciembre de 2012

Heaven’s Peak 1250m

Heaven’s Peak would be the translation for Pico del Cielo o Alto del Cielo, and the truth is once you get to the top it is Heavenly but getting there can be quite hellish. Firstly having to wake up at 6.30am on a cold Sunday morning was very difficult and I had to think of the great day that lay ahead to get me out of bed. When we left Granada it was -2.5Cº but just a few hours later and about 100km south to Maro, Nerja the temperature was 14ºC and the sun was shinning promising a very awesome day for some all terrain MTB.
Some of the best fun is while we are unloading the bikes, preparing them to make sure they are in tip top condition for the ride ahead, commenting on any new purchases in material and talking over what the next few hours will have in store for us.

The first 6 or 7 km is on a loose gravel road and is all uphill with very few areas to catch your breath and took us about 2hrs. Unfortunately during this part there are no nice views and since the terrain is so loose you really have to bear down on the bike, getting a monster leg and lower back work out. Finally after starting from almost sea level we arrive at the start of the trail, about 1000m. After a little pushing through very loose terrain we enter onto a rough, rocky and narrow single track. For the next, almost 1.5hrs, we ride or push our bike climbing slowly higher and higher over rocks and rutted ground all the while taking note of the difficultness and technicality of the terrain for the ride down.

After a total of 3.5hrs we arrive at the look out at about 1275m with breathtaking views of the mediterranean sea below and the white coastal villages to our east and west. Here we stop to take in the views, eat to replenish our energy sources and the very brave and tough push and ride ahead to the peak at 1450m. A few of us stay back relaxing, talking about how one goes about fixing the spanish economy and enjoying the warmth of the sun in good company. Almost an hour later and 175m higher the other group arrives at the top to begin their descent and we decide to begin ours as I personally like to take my time going down.


The ride down is intense and my legs are shaking from the strenous ride up and don`t seem to want to take the weight of my body as I hover back off my seat as far away from the handlebars as possible to make sure I don`t do a ¨superman¨ (or woman in my case) while riding over boulders and deep rock steps. The trail zig zags back and forth and on one side there is always the possibility of be thrown off the trail and down hill to my death (okay so maybe that is a little extreme) or maybe just a few broken bones which is something I desperately try to avoid.


In a few spots where a scary curve is combined with a huge rock and rutted ground I have to get off my bike and pass on foot. Later we will hear screams of sheer pleasure as the more radical and experienced riders behind us pass that same spot.

As I arrive back at the start of the single track my arms feel like they are on fire and my pointer finger is throbbing from all the breaking going on but I am back on the gravel road with no broken bones. HURRAY. The rest of the group arrive minutes later chattering loudly about how awesome and physically straining the descent was. Until I started mountain biking I never knew that downhill riding could be so tough, most times even more so than the uphill riding.

I am pleased with myself as this is my second time riding this same trail and this time I actually rode my bike 90% of the time downhill instead of pushing it over the more difficult areas. But I know it is not yet time for the victory dance as we still have another long and tough descent on another single track. We quickly re-trace our steps about 2km til we pick up the trail which descends down towards the beach. Again this is a very narrow track, with some big drops, very rutted ground (due to the recent rain falls in the area) but the added difficulty is the dense vegetation made up of prickly bushes and hedges which seem to reach out and grab the handlebars or snag on the brakes trying to damper your flow. We pass some foreigners hiking up the trail and let them pass and they are full of smiles and bewilderment, wondering how we can actually bike this trail (I sometimes am thinking the same). This part of the ride is longer but not as intense as the first downhill track but nonetheless exhilirating and fun and although the weariness from all the strenous biking is starting to set in I am enjoying every minute of it.


Finally we leave the vegetation behind to a more broken and loose terrain with some quick switch backs and again I am sweating from the emotion and the nervousness that is evoked but I see the gravel road ahead and know that the end is near. Just at the end I loose control and nearly crash but I am quickly back on my bike and in seconds with the group who are eager to get back to the parking lot and on to the nearest bar to have our celebratory beers. Ten minutes later we are back at the cars and finally I can do my victory dance. It was an incredible ride and when it is all over I am so happy to be back in one piece!!!.

A quick change into dry clothes and we cross the street to the nearest bar to have our well deserved beers, food and talk about the ride. The bar is strange and seems to cater to tourists who visit the nearby Nerja caves. Downstairs in the basement on the way to the bathrooms there is a sanctuary to Jesus Christ and as the timer kicks on the lights shine on the statue and I laugh to myself in disbelief while thinking that this whole day was about getting closer to ¨Heaven¨ when right here in this dingy, dark bar someone else is also trying to get closer to heaven. ---


http://criveropiel.blogspot.com/



Carmen "La Americana"


Alto del Cielo 1250m


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martes, 27 de noviembre de 2012

Una fría tarde de Otoño...

A las 16:30 aparecimos por Puente Verde, cuatro jinetes montados en sus bicis, Paco Catena, Olivier, Mariano y yo mismo. Nada más llegar y me di cuenta de que había equivocado mi montura, pues llevaba la de cerro y todos llevaban la de rally, mal presagio de lo que se me avecinaba… En fin dispuesto a lo que tuviera que ser, decidí morir matando y empezamos la subida al llano por la cuesta del cuartel de las palmas y barranco del abogado, cuando lo coronamos y llegamos al acceso a la alhambra, hubo un intento de seguir por el tranco de Brad y llegar al cementerio árabe, pero se quedó en eso, en el intento… no estaba la cosa para bromas, así que llegamos a la rotonda de la Alhambra-cementerio y para arriba por el asfalto.
Algunos escaloncitos para amenizar la tarde y pasado el cementerio árabe desvío por la senda del puentecillo de madera hasta la cadena del cortafuegos del llano. De ahí iniciamos la subida por la pista y de momento nos dejamos caer al canal de los franceses, que dicho sea de paso le están saliendo unos agujeros bastante majos. Casi al final del canal atacamos al llano por la senda jodida y estrecha que tiene dos curvas imposibles al principio y un montón de vierteaguas en todo su recorrido. Ahí ya me di cuenta de que hoy no iba a ser mi día, y que iba a ir sufriendo de lo lindo con la panda de ralylleros que me había juntado. Una vez en la pista que circunda al llano por su parte sur decidimos llegar hasta el mirador del sol, más que nada por hacer cima. Desde ahí bajada vertiginosa hacia la barrera por la senda que baja paralela a la pista de los charcos que parecen piscinas... y paramos a tomar aire.
La tarde se estaba portando y nos obsequiaba con un tiempo que prometía agua pero que de momento se estaba aguantando, eso sí, fresquito hacia del bueno. Bajada hacia cenes por sendas casi inexploradas por menda hasta dar con la senda que cogíamos cuando los tiempos de la ‘limite’, hasta la ermita. Cuando ya creía que la salida estaba llegando a su fin,
Nuestro querido coronel me tenía preparada una sorpresita encantadora, subida al collado del contadero por el laberinto de sendas entre pinares que hay frente a la gasolinera del Asadero, por cierto, aviso para navegantes, en dicha gasolinera te cobran un euro por meterle aire a las ruedas… en fin, menos mal que el terreno no estaba muy espeso, pero aun así la cosa no tenia desperdicio. Cuando ya creía que la cosa se quedaba ahí, y echaba de menos mi lapierre con todo mi corazón, todavía nos quedaba la guinda a nuestro delicioso pastel, iniciar la subida por el camino de los neveros… menos mal que a cosa de 1 Kilometrillo de nada tomamos un desvío a la derecha, y después de sortear una cancela en medio del camino empezamos a dejarnos caer, hacia las excavaciones arqueológicas de la Encina, entre Monachil y Huetor Vega, yacimientos según parece que datan del Neolítico. Seguro que en aquel tiempo ni se les pasaba por la cabeza que les harían una visita 4 jinetes del mountanbike.
 Llegamos a Huetor Vega por el restaurante Monte Vélez y ahí si, por fin nos dejamos caer hasta Granada para acabar en el Nuevo Gran Kiki, donde nos esperaba un cubo con 8 alhambras ‘especial’, de las que dimos cumplida cuenta con sus correspondientes tapas que además de buenísimas me sabieron a gloria. Menos mal que una vocecilla interior nos recomendó que no nos tomáramos la penúltima y volviéramos con nuestros briosos corceles a nuestras casas, pues poco después cayó un chaparrón que a buen seguro hubiera deslucido el perfecto final que tuvo nuestra salida.

Comentado por Paquillo "Zape"

Llano-Minas-Rebites-Encina


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domingo, 25 de noviembre de 2012

El Almiar: una acequia y dos intentos.

Corría el mes de noviembre de 2012, en los días previos al anunciado fin del mundo de los mayas, y a instancias de nuestro querido Jose nos proponemos conquistar la misteriosa acequia del Almiar. 

Así, el 10 de noviembre nos encontramos Alfredo, Jose, Javier, Mariano y el que firma en Pampaneira para organizar la salida. Compuestos y con bicis, tomamos el “calibus” por la pista de Puente Palo, con intención de llegar hasta la Casa Forestal y desde ahí empezar a “escalar por las veredas”. 

Todo marchaba estupendamente hasta que nos encontramos la pista colapsada de hombrecillos de verde, con todoterrenosverdes, escopetasverdes, perrosverdes y mocosverdes, con su verde cara de decir el monte es nuestro, porque sus verdes miradas y palabras verdes nos decían: largaros de aquí, que con los colmillos que tenéis algunos y los cuernos que lleváis otros no sería raro que nuestras verdes balas atravesaran vuestras negras litesvilles y a vosotros mismos … 

Obviamente nos resistimos a la amenaza verde y fuimos a preguntar a los señores del parque, que con sus caquis trajes y caracaquis nos dijeron que nuestra ruta quedaba fuera del alcance de las balas. 

Ya en ese momento me quedó la duda de si los caracaquis lo tendrían muy claro … pero eso lo averiguaríamos más tarde. 

 Total que dejamos nuestro coche y a sudar, una vereda y unos rampones de aúpa y un paisaje digno del Canadá. 

Todo perfecto hasta que alcanzamos Puente Palo y nos desviamos hacia nuestra ansiada acequia cuando nos encontramos a …. un hombreverde, con su verderifle y sus verdes palabras. 

Mis sospechas se cumplieron, los caracaquis no tenían ni zorra, ni ciervo, ni jabalí, vamos ni idea de por donde iba la montería, así que repasamos nuestras protecciones (casco, coderas, rodilleras guantes, chaleco antibalas … ¡el chaleco!, ostras nos lo hemos olvidado… maldición!, y después del subidón que llevamos!! Oh no! 

Afortunadamente Alfredo reunió el sentido común que los demás no acabábamos de tener y decidimos disfrutar la veredita que acabábamos de escalar … así que abortamos, nos quedamos sin acequia y “pabajoooo” 

Todo perfecto hasta que se me ocurre ir a ver si había setas debajo de unas zarzas y un tronco, en el fondo de un barranco … vaya leche y pobres costillas … 

Según nos acercábamos al coche, el deseo y la necesidad de disfrutar de la ruta nos motivan a buscar alternativas, posibles senderos, … mmm … 

 Al final, gracias a Alfredo que nos bajó el coche hasta Órgiva (si es que es un tesoro!!), nos lanzamos a buscar veredas … con espléndido resultado, por cierto, pues llegamos al Dique 24 (un sitio donde todo todo era muy “feo” “feo”) y luego seguimos vereda hasta Soportújar, Carataunas y Órgiva. 

Al final habíamos salvado la ruta! Aunque por si aún me quedaba un hálito de ganas y de costillas, pues doblete, nos subimos a Bubión, unos hanquithomas de queso fundido con el tercio de Flandes, digo de Alhambra y para arriba, descensaco hasta el Guillermo, y de ahí a urgencias a hacerme la fotocopia del costillar, diagnóstico: “carne despegá!, así que otro tercio para celebrarlo!, pastillón y para casa!. 

Total una “jartá de día”.  

Viendo como estaba la cosa, y que el IKEA necesitaba la urgente contribución de alguno … dejamos un fin de semana de descanso (con un triplete de Cabo de Gata para relajar piernas) y el día 24 acometemos el segundo intento. 

Esta vez se incorporan Tato, Oli, Enguique, Mariano, Jose y muamemme (me menciono en francés porque la amplia representación gabacha hizo que se escuchara más francés que otra cosa en todo el día). 

Bon, nous obtenons cette fois l'objectif !!! L’Almiar a été conquise !!! 

Parece que hay interferencias. 

Bueno, que por fin conquistamos el Almiar … una maravilla. 

Tras la acequia una remontada por la pista hasta el refugio del Puntal, bocatas y luego unas vistas inéditas de la sierra (al menos para mí), veredas, investigaciones, desbroces, y por fin veredilla junto al río Poqueira para chillar (una clásica para algunos y todo un descubrimiento para mi …). 

Más tarde, subimos a Capileira, refrigerio y nos dispusimos a disfrutar de un pedazo de postre hasta el Guillermo pasando por Bubión… 

Y de los colores … que deciros … “Bellesa” a espuertas! 

 

viernes, 2 de noviembre de 2012

La Celibra III

Salimos del Salón, Chema Primera Linea, Paco Coronel Tapioca y los Serrano, de los Serrano de toda la vida, desayunados y alguno bajo los efectos de la resaca de la subida a la Hoya de Ramos del día anterior. El día promete y parece que va a perdonar la lluvia, al menos durante la mañana.







Tras desechar un par de propuestas del Coronel (Subida al Cielo y Lentejí) y como echamos de menos a Sulpi, decidimos en su honor y muy a mi pesar (me he vuelto un dominguero de la bici) hacer La “Celibra” III, que tan “buenos” recuerdos nos dejó del verano pasado y cuyas rampitas iniciales resultaron un verdadero “sulpicio” para más de uno.

Además Chema no la conocía y siempre da cierto morbo ver una “primera vez” de alguien en ciertas rutas.
Así que allá que nos vamos, y, tras el previo de Pta. de la Mona, Cotobro, Almuñecar y las primeras rampitas de la carretera del Rio Seco, encaramos la susodicha y sulpiciosa subida con más miedo que vergüenza. A alguno le da por bajarse de la bici sin pudor alguno y continuar a pié recordando, no se sabe muy bien por qué, a la abeja Maya…



Tras un primer descanso al final de las rampas de cemento, continuamos por carril de tierra, no tan empinado pero no menos duro con el terreno mojado y suelto. Nueva parada de reagrupamiento e instantaneas y continuamos ya llaneando un par de km dejando atrás La Gelibra y de nuevo subida interminable hacia la cuerda que nos llevará a pasar por detrás del Pico Moscaril con hermosa vistas al valle del Río Verde con Otivar y Lentejí al fondo.



De ahí comenzamos a bajar por el carril que nos llevará al caño de repostaje para llenar los bidones y continuar hasta el cruce por el que atajaremos (a costa de subir andando) hacia lo alto de la Cuesta del Doctor.








Aquí nos sale al encuentro lo que podría ser una lechuza común deleitándonos con un breve y silencioso planeo. Y por fin, el Doctor, que si hay algo que me gusta de esta ruta es que, no sólo no hay que subirlo, sino que hay que bajarlo, a no ser que se decida bajar al río Verde y volver por Otivar, algo que ni nos hemos planteado.


 Tras disfrutar la bajada del Doctor, continuamos por la carretera que nos llevará de vuelta bajando desde el Rio Seco Alto hasta Almuñecar, descansando un poco las piernas para afrontar el delicioso postre de Cotobro.


Finalizamos la ruta con unos estiramientos de brazo llamando la atención del camarero de turno en Los Toneles y disfrutando algunos anticipadamente del siestón de la tarde.








Ruta comentada por Enrique


La Celibra III


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jueves, 1 de noviembre de 2012

Hoya Ramos-Campo de Jorge-Glorieta

Jueves 1 de Noviembre, día de todos los Santos.

Con una borrasca a la vista en Canarias que amenazaba con dejarnos sin fin de semana para montar, y aunque estuvo lloviendo a primera hora de esta misma mañana, finalmente ( con dos pares ) nos decidimos a salir a probar suerte José Maria Paco Enrique y Emilio (el que escribe).






Después de desayunar en "El Salón" decidimos probar nuestras fuerzas subiendo desde La Heradura hacia la Hoya Ramos y con un tiempo cada vez mas despejado, ésta subida fue animada por Don Gato y su banda que esperaban en mi tristemente famosa curva ( famosa para mi claro).








Una vez en el final del asfalto y despues del merecido piscolabis (o como se escriba) proseguimos off-road con un suelo lleno de barro pero con buen firme hacia la bajada por los Olivos de Jorge (que no se el nombre técnico) bajando hacia el Cerval Bajo dejándonos cuarto y mitad de pastillas de freno a excepción de Paco que sigue con V-brake ;-).









No contentos con lo que la mañana dio de sí por haber vacilado tanto en la salida, a JoseMaria se le ocurrió la genialidad de subir por el ascensor hacia la cota 300, con un firme fantástico despues de las ultimas lluvias ( incluso para empujar la bici ), así llegamos a la bajada hacia la rotonda de el acceso de la autovía (foto), de ahí en adelante yo me perdí el aprés-bike por que no podía con mi alma y mucho menos con dos cervezas.

Ruta comentada por Emilio








Hoya Ramos-Campo de Jorge-Glorieta


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