martes, 27 de noviembre de 2012

Una fría tarde de Otoño...

A las 16:30 aparecimos por Puente Verde, cuatro jinetes montados en sus bicis, Paco Catena, Olivier, Mariano y yo mismo. Nada más llegar y me di cuenta de que había equivocado mi montura, pues llevaba la de cerro y todos llevaban la de rally, mal presagio de lo que se me avecinaba… En fin dispuesto a lo que tuviera que ser, decidí morir matando y empezamos la subida al llano por la cuesta del cuartel de las palmas y barranco del abogado, cuando lo coronamos y llegamos al acceso a la alhambra, hubo un intento de seguir por el tranco de Brad y llegar al cementerio árabe, pero se quedó en eso, en el intento… no estaba la cosa para bromas, así que llegamos a la rotonda de la Alhambra-cementerio y para arriba por el asfalto.
Algunos escaloncitos para amenizar la tarde y pasado el cementerio árabe desvío por la senda del puentecillo de madera hasta la cadena del cortafuegos del llano. De ahí iniciamos la subida por la pista y de momento nos dejamos caer al canal de los franceses, que dicho sea de paso le están saliendo unos agujeros bastante majos. Casi al final del canal atacamos al llano por la senda jodida y estrecha que tiene dos curvas imposibles al principio y un montón de vierteaguas en todo su recorrido. Ahí ya me di cuenta de que hoy no iba a ser mi día, y que iba a ir sufriendo de lo lindo con la panda de ralylleros que me había juntado. Una vez en la pista que circunda al llano por su parte sur decidimos llegar hasta el mirador del sol, más que nada por hacer cima. Desde ahí bajada vertiginosa hacia la barrera por la senda que baja paralela a la pista de los charcos que parecen piscinas... y paramos a tomar aire.
La tarde se estaba portando y nos obsequiaba con un tiempo que prometía agua pero que de momento se estaba aguantando, eso sí, fresquito hacia del bueno. Bajada hacia cenes por sendas casi inexploradas por menda hasta dar con la senda que cogíamos cuando los tiempos de la ‘limite’, hasta la ermita. Cuando ya creía que la salida estaba llegando a su fin,
Nuestro querido coronel me tenía preparada una sorpresita encantadora, subida al collado del contadero por el laberinto de sendas entre pinares que hay frente a la gasolinera del Asadero, por cierto, aviso para navegantes, en dicha gasolinera te cobran un euro por meterle aire a las ruedas… en fin, menos mal que el terreno no estaba muy espeso, pero aun así la cosa no tenia desperdicio. Cuando ya creía que la cosa se quedaba ahí, y echaba de menos mi lapierre con todo mi corazón, todavía nos quedaba la guinda a nuestro delicioso pastel, iniciar la subida por el camino de los neveros… menos mal que a cosa de 1 Kilometrillo de nada tomamos un desvío a la derecha, y después de sortear una cancela en medio del camino empezamos a dejarnos caer, hacia las excavaciones arqueológicas de la Encina, entre Monachil y Huetor Vega, yacimientos según parece que datan del Neolítico. Seguro que en aquel tiempo ni se les pasaba por la cabeza que les harían una visita 4 jinetes del mountanbike.
 Llegamos a Huetor Vega por el restaurante Monte Vélez y ahí si, por fin nos dejamos caer hasta Granada para acabar en el Nuevo Gran Kiki, donde nos esperaba un cubo con 8 alhambras ‘especial’, de las que dimos cumplida cuenta con sus correspondientes tapas que además de buenísimas me sabieron a gloria. Menos mal que una vocecilla interior nos recomendó que no nos tomáramos la penúltima y volviéramos con nuestros briosos corceles a nuestras casas, pues poco después cayó un chaparrón que a buen seguro hubiera deslucido el perfecto final que tuvo nuestra salida.

Comentado por Paquillo "Zape"

Llano-Minas-Rebites-Encina


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domingo, 25 de noviembre de 2012

El Almiar: una acequia y dos intentos.

Corría el mes de noviembre de 2012, en los días previos al anunciado fin del mundo de los mayas, y a instancias de nuestro querido Jose nos proponemos conquistar la misteriosa acequia del Almiar. 

Así, el 10 de noviembre nos encontramos Alfredo, Jose, Javier, Mariano y el que firma en Pampaneira para organizar la salida. Compuestos y con bicis, tomamos el “calibus” por la pista de Puente Palo, con intención de llegar hasta la Casa Forestal y desde ahí empezar a “escalar por las veredas”. 

Todo marchaba estupendamente hasta que nos encontramos la pista colapsada de hombrecillos de verde, con todoterrenosverdes, escopetasverdes, perrosverdes y mocosverdes, con su verde cara de decir el monte es nuestro, porque sus verdes miradas y palabras verdes nos decían: largaros de aquí, que con los colmillos que tenéis algunos y los cuernos que lleváis otros no sería raro que nuestras verdes balas atravesaran vuestras negras litesvilles y a vosotros mismos … 

Obviamente nos resistimos a la amenaza verde y fuimos a preguntar a los señores del parque, que con sus caquis trajes y caracaquis nos dijeron que nuestra ruta quedaba fuera del alcance de las balas. 

Ya en ese momento me quedó la duda de si los caracaquis lo tendrían muy claro … pero eso lo averiguaríamos más tarde. 

 Total que dejamos nuestro coche y a sudar, una vereda y unos rampones de aúpa y un paisaje digno del Canadá. 

Todo perfecto hasta que alcanzamos Puente Palo y nos desviamos hacia nuestra ansiada acequia cuando nos encontramos a …. un hombreverde, con su verderifle y sus verdes palabras. 

Mis sospechas se cumplieron, los caracaquis no tenían ni zorra, ni ciervo, ni jabalí, vamos ni idea de por donde iba la montería, así que repasamos nuestras protecciones (casco, coderas, rodilleras guantes, chaleco antibalas … ¡el chaleco!, ostras nos lo hemos olvidado… maldición!, y después del subidón que llevamos!! Oh no! 

Afortunadamente Alfredo reunió el sentido común que los demás no acabábamos de tener y decidimos disfrutar la veredita que acabábamos de escalar … así que abortamos, nos quedamos sin acequia y “pabajoooo” 

Todo perfecto hasta que se me ocurre ir a ver si había setas debajo de unas zarzas y un tronco, en el fondo de un barranco … vaya leche y pobres costillas … 

Según nos acercábamos al coche, el deseo y la necesidad de disfrutar de la ruta nos motivan a buscar alternativas, posibles senderos, … mmm … 

 Al final, gracias a Alfredo que nos bajó el coche hasta Órgiva (si es que es un tesoro!!), nos lanzamos a buscar veredas … con espléndido resultado, por cierto, pues llegamos al Dique 24 (un sitio donde todo todo era muy “feo” “feo”) y luego seguimos vereda hasta Soportújar, Carataunas y Órgiva. 

Al final habíamos salvado la ruta! Aunque por si aún me quedaba un hálito de ganas y de costillas, pues doblete, nos subimos a Bubión, unos hanquithomas de queso fundido con el tercio de Flandes, digo de Alhambra y para arriba, descensaco hasta el Guillermo, y de ahí a urgencias a hacerme la fotocopia del costillar, diagnóstico: “carne despegá!, así que otro tercio para celebrarlo!, pastillón y para casa!. 

Total una “jartá de día”.  

Viendo como estaba la cosa, y que el IKEA necesitaba la urgente contribución de alguno … dejamos un fin de semana de descanso (con un triplete de Cabo de Gata para relajar piernas) y el día 24 acometemos el segundo intento. 

Esta vez se incorporan Tato, Oli, Enguique, Mariano, Jose y muamemme (me menciono en francés porque la amplia representación gabacha hizo que se escuchara más francés que otra cosa en todo el día). 

Bon, nous obtenons cette fois l'objectif !!! L’Almiar a été conquise !!! 

Parece que hay interferencias. 

Bueno, que por fin conquistamos el Almiar … una maravilla. 

Tras la acequia una remontada por la pista hasta el refugio del Puntal, bocatas y luego unas vistas inéditas de la sierra (al menos para mí), veredas, investigaciones, desbroces, y por fin veredilla junto al río Poqueira para chillar (una clásica para algunos y todo un descubrimiento para mi …). 

Más tarde, subimos a Capileira, refrigerio y nos dispusimos a disfrutar de un pedazo de postre hasta el Guillermo pasando por Bubión… 

Y de los colores … que deciros … “Bellesa” a espuertas! 

 

viernes, 2 de noviembre de 2012

La Celibra III

Salimos del Salón, Chema Primera Linea, Paco Coronel Tapioca y los Serrano, de los Serrano de toda la vida, desayunados y alguno bajo los efectos de la resaca de la subida a la Hoya de Ramos del día anterior. El día promete y parece que va a perdonar la lluvia, al menos durante la mañana.







Tras desechar un par de propuestas del Coronel (Subida al Cielo y Lentejí) y como echamos de menos a Sulpi, decidimos en su honor y muy a mi pesar (me he vuelto un dominguero de la bici) hacer La “Celibra” III, que tan “buenos” recuerdos nos dejó del verano pasado y cuyas rampitas iniciales resultaron un verdadero “sulpicio” para más de uno.

Además Chema no la conocía y siempre da cierto morbo ver una “primera vez” de alguien en ciertas rutas.
Así que allá que nos vamos, y, tras el previo de Pta. de la Mona, Cotobro, Almuñecar y las primeras rampitas de la carretera del Rio Seco, encaramos la susodicha y sulpiciosa subida con más miedo que vergüenza. A alguno le da por bajarse de la bici sin pudor alguno y continuar a pié recordando, no se sabe muy bien por qué, a la abeja Maya…



Tras un primer descanso al final de las rampas de cemento, continuamos por carril de tierra, no tan empinado pero no menos duro con el terreno mojado y suelto. Nueva parada de reagrupamiento e instantaneas y continuamos ya llaneando un par de km dejando atrás La Gelibra y de nuevo subida interminable hacia la cuerda que nos llevará a pasar por detrás del Pico Moscaril con hermosa vistas al valle del Río Verde con Otivar y Lentejí al fondo.



De ahí comenzamos a bajar por el carril que nos llevará al caño de repostaje para llenar los bidones y continuar hasta el cruce por el que atajaremos (a costa de subir andando) hacia lo alto de la Cuesta del Doctor.








Aquí nos sale al encuentro lo que podría ser una lechuza común deleitándonos con un breve y silencioso planeo. Y por fin, el Doctor, que si hay algo que me gusta de esta ruta es que, no sólo no hay que subirlo, sino que hay que bajarlo, a no ser que se decida bajar al río Verde y volver por Otivar, algo que ni nos hemos planteado.


 Tras disfrutar la bajada del Doctor, continuamos por la carretera que nos llevará de vuelta bajando desde el Rio Seco Alto hasta Almuñecar, descansando un poco las piernas para afrontar el delicioso postre de Cotobro.


Finalizamos la ruta con unos estiramientos de brazo llamando la atención del camarero de turno en Los Toneles y disfrutando algunos anticipadamente del siestón de la tarde.








Ruta comentada por Enrique


La Celibra III


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jueves, 1 de noviembre de 2012

Hoya Ramos-Campo de Jorge-Glorieta

Jueves 1 de Noviembre, día de todos los Santos.

Con una borrasca a la vista en Canarias que amenazaba con dejarnos sin fin de semana para montar, y aunque estuvo lloviendo a primera hora de esta misma mañana, finalmente ( con dos pares ) nos decidimos a salir a probar suerte José Maria Paco Enrique y Emilio (el que escribe).






Después de desayunar en "El Salón" decidimos probar nuestras fuerzas subiendo desde La Heradura hacia la Hoya Ramos y con un tiempo cada vez mas despejado, ésta subida fue animada por Don Gato y su banda que esperaban en mi tristemente famosa curva ( famosa para mi claro).








Una vez en el final del asfalto y despues del merecido piscolabis (o como se escriba) proseguimos off-road con un suelo lleno de barro pero con buen firme hacia la bajada por los Olivos de Jorge (que no se el nombre técnico) bajando hacia el Cerval Bajo dejándonos cuarto y mitad de pastillas de freno a excepción de Paco que sigue con V-brake ;-).









No contentos con lo que la mañana dio de sí por haber vacilado tanto en la salida, a JoseMaria se le ocurrió la genialidad de subir por el ascensor hacia la cota 300, con un firme fantástico despues de las ultimas lluvias ( incluso para empujar la bici ), así llegamos a la bajada hacia la rotonda de el acceso de la autovía (foto), de ahí en adelante yo me perdí el aprés-bike por que no podía con mi alma y mucho menos con dos cervezas.

Ruta comentada por Emilio








Hoya Ramos-Campo de Jorge-Glorieta


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