Como todos los jueves hasta que haga calor, quedamos a las 16:30h en Puente Verde y nos vemos Mariano, Paquillo, Olivier con su flamante LiteVille, Juan, Jose Miguel, Dimas que retoma la actividad ciclista después de un unos años de inactividad, y el que escribe, Paco Catena. Empezamos la ruta por la poblada ruta del colesterol pasando por Cenes en dirección a Dudar donde nos espera Alfredo. Desde allí vamos a Quentar por el camino del río Aguas Blancas, que más tarde se convierte en sendero. Por el camino nos encontramos a un buey cuyo dueño amablemente nos cede el paso apartando al astado del camino, y al final como de costumble nos recibe una jauría de perros, por suerte detrás de una verja. Empezamos a subir a Prado Montero con el pensamiento puesto en la próxima fuente del Mochuelo, en el entorno de la Ermita de la Virgen de los Labradores, y avistando ya los cargados cerezos de los que cogemos algún fruto pero sin pararnos. Después de refrescarnos seguimos dirección a la cabra de la presa de Quentar. En este punto cogemos el carril que nos lleva al Cortijo de Tintin y Dimas, juiciosamente se da la vuelta para que le queden ganas de venir otro día.El cielo amenaza lluvia y dudamos si seguir la ruta prevista pero seguimos hasta el cortijo de la Parra donde empieza la vereda que da la vuelta al cerro de la Haza Redonda.
La vereda esta muy cerrada y con varias trazas que nos obligan a rectificar y volver a la traza principal, pero es muy chula aunque no se puede ir muy deprisa, también por los pinchos y zarzas. Comienza la bajada en dirección al carril del cortijo Tintin, por una vereda empinada y técnica a veces- Cruzamos el arroyo Tintin y volvemos al carril. En esta bajada se me rompe el cable del cambio trasero.
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De vuelta por el carril nos desviamos por el futuro cortijo de Alfredo y bajamos la empinada vereda que llega al carril de la Presa. En este punto Paquillo el mecánico me arregla el cable y como no podía ser de otra manera, le pone una brida para que no se enganche el cable.
Desde aqui subimos a la Cabra y bajamos rápidamente hacia Quentar, mejor dicho hacia el Bar de Perico en Quentar. En este punto nos abandona Juan que va a bañar a los niños, dar de cenar, etc. Aquí Olivier nos invita a una ronda por el estreno de su bici y Alfredo a otra porque estamos en su tierra, con unas buenísimas tapas que prepara la señora Mercedes.
Ya de bajada Alfredo se queda en su olivo y los demás mochuelos nos vamos haciendo relevos hasta el puente de la Bola de Oro donde cada uno va también al suyo.
Hasta la próxima.
Paco Catena.
Paco, muy divertida la crónica. Ya que hablamos de mochuelos, tu pluma (en el buen sentido) va mejorando día a día.
ResponderEliminarEncuentro escasa la mención a los numerosos PINCHOS de la vereda, que por si solos justifican el uso de las protecciones endureras.
Llevas razón Josemi, la la verea estaba muy poco transitada y cerrada en muchos sitios por el follaje, entendiendo este por vegetación. Creo es es lo único malo que tiene esta época del año, porque todo lo demás es magnifico: La temperatura, lo largos que son los días, el campo verde y precioso, lo que nos permite disfrutar como lo hacemos. Mencionado queda pies.
ResponderEliminarCon respecto a la pluma, y como eres el que más participa en el blog, desde aqui te emplazo a que comentes la ruta de Fuente Fría-Siete Ojos, que además hicimos a propuesta tuya, y que tanyo nos volvoó a gustar.