Mañana de domingo en solitario (pues una manada de innombrables me habían dejado tirado como una colilla…)
Salgo de Rodalquilar pensando en hacer algún camino sencillo y transitado, por eso del sentido común …
Me acerco a las minas de oro y zas! un cartelillo indicando una vereda,
… mi yo sesato me decía: no le hagas caso … sigue tu camino …
pero mi otro yo … (el verdadero) me decía: ¿y no vas a investigar un poquito? … aunque solo sea “la puntita”?? …
Imaginaros quien ganó…
Comencé mi ruta y al poco me cruzo con un ciclista que me advierte que él ha bajado, pero que duda mucho que yo suba por ese camino (yo creo que se fijó en mi carencia de lycra y en el leve promontorio que rodea mi ombliguillo …)
Semejante afrenta me dio fuerzas para acometer mi reto con mayor ahínco.
Así pasé el primer sendero (que acabó siendo muy facilón) y me incorporé al camino (ancho y de sentido común) que va al Cortijo del Fraile, si bien al poco … un cruce … un cartelito … “Sendero Requena” … mmm … mi pequeño diablillo vuelve a ganar … en 10 minutos estaba empujando la bici carihuelas arriba …, estaba en mi salsa … peligro, ni un alma …perdido (me perdí un par de veces) … un lujo para un domingo.
Cuando llegué arriba encontré un magnífico carril y no veía por donde seguía el sendero … y pensé que otra vez me había equivocado subiendo senderos y bajando carriles … (me pasa a menudo cuando me voy a investigar).
Tras dar muchas vueltas y mirar mucho el mapa al final la iluminación acudió a mí, mis plegarias habían sido escuchadas y la vereda (la del Barranco del Negro) apareció ante mí, y además resultó bien chula!
Luego un café y tostadón en Rodalquilar y un baño en el Playazo remataron la faena.
Pues a ver cuando nos llevas, a mi y a la pandilla de innombrables...
ResponderEliminarEl sendero parace muy chulo, a parte del entorno que es maravilloso. Tengo muchas ganas de volver al Cabo de Gata, quizas a final de verano pueda ser buena fecha.